La pintura metafísica u onírica surge en Italia hacia 1911 extendiéndose por toda Europa. Este movimiento artístico italiano, creado por Giorgio de Chirico y Carlo Carrà que nace como contraposición a la estética geometrizante que tanto se impugnó y desarrollo en el arte de entreguerras. El nuevo realismo se forja y tiene su punto de referencia en la pintura del treccento italiano y en Rousseau. Giorgio de Chirico es la figura clave del movimiento. De Chirico había estado trabajando en París, admirado por Apollinaire y los artistas de vanguardia como un pintor de misteriosas escenas urbanas y bodegones. Los dos pintores ya se conocían y formaron una alianza inmediata, animada por la poesía de Alberto Savinio, el hermano menor de De Chirico. Además de Carrà y De Chirico, otros pintores vinculados al arte metafísico son Savinio, Giorgio Morandi y Filippo De Pisis.